El expresidente y actual candidato republicano Donald Trump anunció que, de llegar nuevamente a la Casa Blanca, implementará una política de aranceles recíprocos generalizados, una medida que podría redefinir el comercio global y afectar directamente a países exportadores como la Argentina.
Durante una entrevista con Fox News, Trump explicó que la idea central es que Estados Unidos imponga el mismo nivel de aranceles que otros países aplican a sus productos, en una búsqueda por “nivelar el campo de juego”. Esto significaría, por ejemplo, que si un país aplica un 100% de arancel a productos estadounidenses, EE.UU. respondería con un 100% equivalente.
La medida generó preocupación entre analistas internacionales y empresarios, que ven un posible retroceso hacia políticas proteccionistas más duras. Trump, sin embargo, defendió su propuesta como un mecanismo de “presión económica” para renegociar acuerdos comerciales bilaterales más favorables para EE.UU.
La noticia también reavivó el debate sobre los efectos que podría tener esta estrategia en las economías emergentes. Para países como la Argentina, que mantienen relaciones comerciales activas con Estados Unidos, una política de este tipo podría implicar barreras adicionales para el acceso a ese mercado, afectando exportaciones clave.
De aplicarse, la política de aranceles recíprocos tendría un impacto inmediato en el comercio global, fortaleciendo aún más la agenda nacionalista de Trump y consolidando una visión del mundo centrada en el proteccionismo y la competencia bilateral.