El Departamento de Defensa de Estados Unidos informó este sábado que la operación denominada Martillo de Medianoche logró “devastar el programa nuclear iraní” tras una serie de ataques coordinados durante la madrugada. El operativo incluyó misiles de precisión y ciberataques, en una acción que representa un punto de inflexión geopolítico en la región.
Según comunicó el Pentágono, la operación alcanzó instalaciones clave en Natanz, Fordow y Arak, donde se encontraba el corazón del desarrollo atómico iraní. La ofensiva fue ejecutada por fuerzas estadounidenses con apoyo logístico de aliados estratégicos, luego de meses de tensiones crecientes entre Washington y Teherán.
Aunque desde Irán no se ha emitido aún un informe oficial, medios estatales confirmaron “explosiones inusuales” en varias instalaciones y una “interferencia significativa” en los sistemas de comunicación. Expertos internacionales advierten que este ataque podría tener consecuencias graves a nivel diplomático y provocar una escalada regional.
La Casa Blanca defendió la operación como una “acción preventiva” ante lo que consideraban una amenaza inminente. Mientras tanto, la comunidad internacional se encuentra en estado de alerta, y se convocó una sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para analizar el impacto y las posibles respuestas.
