El Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA) alertó sobre un panorama crítico para las pequeñas y medianas empresas en 2025. Según su informe, la eliminación del impuesto PAIS, el fin del cepo cambiario y la apertura a las importaciones podrían provocar el cierre de 25.000 pymes, afectando 300.000 empleos registrados si no se implementan medidas para fortalecer la producción nacional.
Daniel Rosato, presidente del IPA, señaló que estos cambios, aunque positivos en teoría, podrían tener consecuencias devastadoras sin un plan estratégico. “La falta de competitividad y el aliento a la importación de productos terminados pondrán a las pymes en una situación límite. Sectores como textiles, calzado, metalúrgica y construcción podrían desaparecer”, advirtió.
El impacto de estas políticas ya comienza a sentirse. Según Rosato, la desactivación del impuesto PAIS, que significa una rebaja del 7,5% en aranceles para productos terminados, beneficia a países como China, que buscan ganar mercados a costa de la industria local. “Este escenario podría llevar a subsidios al empleo en otros países mientras dejamos sin protección a nuestras empresas”, enfatizó.
El informe destaca que las pymes enfrentan serias dificultades para competir en el mercado interno y acceder a mercados internacionales. Federico Vaccarezza, economista y coordinador del Observatorio IPA, aseguró que “la falta de financiamiento, los altos costos y la baja competitividad son las principales barreras que frenan la expansión de este sector clave para la economía”.
Además, se advirtió que las políticas económicas actuales han favorecido a grandes empresas, dejando en desventaja a las pymes. “Sin un plan de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, se profundizarán los problemas de empleo y pobreza, especialmente en regiones como el Conurbano bonaerense”, apuntó Vaccarezza.
Desde el IPA insistieron en la necesidad de abrir un diálogo con el Gobierno para proteger al sector pyme. “Queremos un cambio en las políticas, que priorice el uso de divisas para el desarrollo de la industria local y no solo para importar productos terminados”, remarcó Rosato.
Con este escenario, las perspectivas para 2025 son preocupantes. La recesión vivida en el primer semestre ya dejó 46.000 trabajadores de la industria manufacturera sin empleo. Sin medidas concretas para equilibrar la apertura comercial con incentivos a la producción nacional, el futuro económico de miles de argentinos está en juego.
#RedDeNoticias