Los Pumas mostraron su poderío al derrotar a Italia 50-18 en Údine, en un partido donde la selección argentina dejó claro su objetivo de afianzarse en el rugby mundial. Liderados por su capitán, Julián Montoya, y con una destacada actuación ofensiva, el equipo impuso su jerarquía especialmente en el segundo tiempo. Este triunfo representa la novena victoria consecutiva ante los italianos y marca un inicio positivo en la serie de partidos de noviembre.
A pesar de bajas importantes como las de Marcos Kremer y Emiliano Boffelli, los Pumas demostraron solidez y concentración durante todo el encuentro. La capacidad de pelear cada ruck y recuperar la posesión fue clave para la victoria. En el segundo tiempo, los argentinos aprovecharon cada oportunidad ofensiva, sellando una victoria que los deja bien posicionados de cara a su próximo encuentro contra Irlanda en Dublín.