Las lluvias registradas en las últimas horas en las principales zonas agrícolas del país cambiaron drásticamente el panorama para cultivos clave como la soja, el maíz y el trigo. Tras meses de sequía, el agua ha traído alivio y ha generado expectativas más favorables para la campaña gruesa.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario destacó que las precipitaciones, que superaron los 90 mm en localidades de la región núcleo como María Teresa y Rufino, han permitido la recuperación parcial de los suelos. Esta mejora hídrica es clave para la siembra de soja y maíz, que se encontraba bajo incertidumbre.
Además, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires confirmó que las lluvias se concentran en zonas estratégicas como el norte de la región Pampeana y el NOA. Sin embargo, aún hay áreas que permanecen con déficits hídricos, lo que sigue siendo un reto para algunos productores.
El trigo también recibió el impacto positivo de las lluvias, aunque algunos daños causados por la sequía ya son irreversibles. No obstante, la situación mejora para la soja y el maíz, cuyos rendimientos se proyectan al alza, siempre que las precipitaciones continúen en las próximas semanas.
