La inflación implícita o “breakeven” para los próximos meses se acercó al 2%, impulsada por una creciente demanda en el mercado de deuda en pesos. El optimismo del mercado ante una potencial baja en la inflación está llevando a los inversores a apostar por instrumentos a tasa fija como las Lecap y Boncap, que vieron un salto en sus precios. Este movimiento refleja una compresión de expectativas inflacionarias en el periodo hasta las elecciones.
La señal que envió el Ministerio de Economía el viernes pasado al evitar incluir instrumentos a tasa fija en su próxima licitación aumentó la demanda secundaria de estas letras, que subieron hasta un 3%. Los inversores esperan que esta tendencia continúe, con rendimientos atractivos para quienes se arriesgan al “carry trade” en este escenario.
Economistas del mercado calculan que las expectativas de inflación se ubican alrededor del 2,3% mensual para octubre y en un promedio del 2,2% hasta principios de 2025. Esta perspectiva difiere del último relevamiento del BCRA, que estimaba una inflación de entre 3% y 3,6% mensual. Según analistas, el recorte en las expectativas podría anticipar una desaceleración en el alza de precios, aunque también resaltan que se mantiene la volatilidad en los mercados.
