El Gobierno nacional acelera la eliminación del cepo comercial y del Impuesto PAIS, lo que, combinado con la apreciación del peso y la devaluación del real brasileño, genera un panorama complejo para la industria argentina. Estas medidas, destinadas a abrir el comercio exterior, impactan directamente en la competitividad de los fabricantes locales.
El peso argentino alcanzó niveles de apreciación comparables a los de diciembre de 2023, encareciendo los costos de producción locales. Por otro lado, el real brasileño se devaluó más de un 20% en un año, aumentando el atractivo de los productos brasileños y la amenaza para las exportaciones argentinas. La balanza de servicios, clave en este contexto, presentó un déficit de 744 millones de dólares en octubre, reflejando un deterioro continuo desde mayo.
En paralelo, el Banco Central avanza en flexibilizar los plazos para el pago de importaciones, permitiendo ahora operaciones a 30 días. Estas medidas buscan abaratar los costos para ciertos sectores, pero exponen a las industrias locales a una mayor competencia externa, especialmente de Brasil, donde los fabricantes se fortalecen.
La preocupación crece entre los empresarios, quienes advierten sobre los riesgos de pérdida de mercados de exportación y el ingreso de productos excedentes del país vecino. Las medidas gubernamentales, aunque destinadas a desarticular restricciones comerciales, traen consigo desafíos significativos para la industria nacional.