Diciembre comienza con una serie de aumentos en servicios públicos, combustibles, prepagas, alquileres y otros rubros, impactando fuertemente en el presupuesto de las familias argentinas. Estos incrementos, que incluyen bienes y servicios regulados y no regulados, marcan un cierre de año desafiante para los hogares.
En el caso de los servicios públicos, el Gobierno confirmó que las tarifas de electricidad tendrán un aumento promedio del 2% en las boletas finales, mientras que el gas por redes subirá un 2,7%. A esto se suma un ajuste del 3% en las tarifas de agua potable y cloacas para los usuarios del AMBA, según informó AySA. Este incremento, que afecta principalmente a hogares de ingresos bajos, se acumula al fuerte aumento registrado a lo largo del año.
En cuanto a los combustibles, desde el 1° de diciembre habrá un nuevo incremento del 3% promedio. Así, el precio de la nafta súper en CABA alcanzará los $1.109, mientras que el diésel llegará a $1.124. Este ajuste responde a la actualización del impuesto a los combustibles líquidos y al alza en el tipo de cambio oficial y el precio internacional del petróleo.
El sector de la medicina prepaga también aplicará ajustes en diciembre. Empresas como Swiss Medical, Galeno y Medifé incrementarán sus tarifas entre un 3,06% y un 4,7%, según comunicaron a sus usuarios. Además, las cuotas de colegios privados con subvención estatal en la Provincia de Buenos Aires y CABA aumentarán hasta un 4,95%, con nuevas subas previstas para marzo de 2025.
Por último, los alquileres también reflejarán un fuerte ajuste. El Índice de Contratos de Locación (ICL), que regula las actualizaciones anuales, determinará un incremento del 208,67%, aunque este porcentaje es levemente inferior al 227,14% registrado en noviembre. En paralelo, la Verificación Técnica Vehicular (VTV) en CABA verá un aumento significativo, con el costo para automóviles subiendo a $52.878,21 desde el 1° de diciembre.
Con estas subas, diciembre se perfila como un mes de ajustes generalizados, que pondrán a prueba la capacidad de los argentinos para cerrar el año frente a una inflación que, aunque desacelerada, sigue marcando la agenda económica.