La consultora Audemus reportó un leve repunte de la actividad económica del 0,2% en agosto, aunque el contexto laboral muestra una realidad preocupante: el empleo registrado sigue en declive, y en su lugar, el monotributo lleva un crecimiento sostenido de nueve meses consecutivos. Desde noviembre de 2023, se han sumado más de 101 mil nuevos monotributistas, lo que refleja el impacto de la recesión sobre el empleo formal.
El informe detalla que sectores como la construcción y las ventas mayoristas han caído en más del 10% anual, mientras el empleo formal acumuló la pérdida de más de 146 mil puestos en el sector privado. Especialistas señalan que muchos trabajadores encuentran en el monotributo una alternativa frente a la falta de empleos registrados, aunque implica menor protección frente a la inflación y un acceso limitado a beneficios sociales.
Para Joan Vezzato, de Fundar, y Luis Campos, del Instituto de Estudios de la CTA, esta tendencia no es nueva, pero sí es un reflejo del mercado laboral precario en Argentina, donde el empleo independiente creció más del 50% entre 2016 y 2024. Según el economista Ernesto Mattos, la caída del salario real en el sector público y en los trabajadores no registrados agrava la situación, ya que estos grupos ven más erosionado su poder adquisitivo frente a la inflación.