El Banco Central de la República Argentina (BCRA) redujo la tasa de política monetaria del 40% al 35%, medida que impactará en los rendimientos de los plazos fijos y financiamiento en pesos. Este recorte, el primero desde mayo, responde a un contexto de menor expectativa inflacionaria y busca, además, facilitar el acceso al crédito, según lo explicado por el organismo.
La decisión también reduce la tasa de interés de los pases activos, que pasa de 45% a 40%. Para los analistas, este movimiento era anticipado, ya que con una inflación esperada en torno al 2,7% mensual, la baja de tasas fomenta un ambiente de expansión en el crédito privado, incentivando así a bancos y empresas a movilizar sus recursos. “La reducción de la tasa permitirá a los bancos ofrecer mejores condiciones de financiamiento a empresas y particulares, favoreciendo el consumo y la inversión,” señala el economista Andrés Reschini.
Sin embargo, algunos economistas advierten que la medida podría estimular una mayor demanda de dólares, lo que a su vez podría presionar el tipo de cambio. Para los ahorristas, la caída en los rendimientos de los plazos fijos plantea la interrogante de hacia dónde canalizar sus inversiones, siendo el dólar una alternativa. Con esta reducción, el Gobierno apunta a consolidar un esquema de tasas que acompañe el proceso inflacionario en descenso.